Encontré esta cita esta mañana.

Desde que visité Japón en 2006, me ha encantado la imagen (y la función) de los puentes. Los puentes son como portales mágicos que nos llevan de una realidad a otra. Pueden ayudarnos a cruzar la brecha aparentemente imposible entre dónde estamos y dónde nos gustaría estar.

En el Sikhismo, hablamos del “Guru”. El Guru es como un puente. En momentos en que sentimos una sensación de desconexión, desafío o confusión, podemos invocar al “Guru” para cerrar la brecha y acercarnos al equilibrio … más cerca de Dios. ¿Cómo invocas al Guru? Tenemos tantas herramientas para vincularnos a este campo de energía sutil. Mantra, yoga, meditación y oración son buenas maneras de encontrar el puente.

En tiempos de conflicto, a menudo olvidamos que algunas de estas soluciones más esotéricas podrían funcionar mejor que el mayor esfuerzo para “arreglar” manualmente nuestro problema. Cuando somos receptivos a la energía sagrada que mantiene este mundo unido, se construye un puente para nosotros.

En la poesía Sikh, el Guru se describe a menudo como un bote que “nos lleva” a través del océano del mundo. Supongo que tendría que ser un puente enorme el que nos llevaría a través de un océano, así que puedo ver por qué un bote podría ser un simbolismo más apropiado.

Sin embargo, algunos obstáculos no son tan amplios como un océano. Algunas cosas se manejan en poco a poco. Algunas cosas vuelven a ocurrir en nuestras vidas y necesitamos ese puente para ayudarnos a caminar.

Algunas veces necesitamos unos cuantos puentes incluso para subirnos a ese bote.

Celebra el puente!

Amor,
Sirgun

Traducido por:

Rupinder Kaur Khalsa

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