“Fe y duda, fe y duda”. Estas palabras están sonando en mis oídos por una conversación que surgió en una reunión ayer en la mañana. “Es todo acerca de fe y duda. Y es ya sea una o la otra, no hay absolutamente ningún punto medio aquí, no hay espacio para ningún tipo de punto medio en absoluto.” Todo esto dicho en un típico cliché, sin espacio para y si, y o peros.
Sería fácil para mi tener un enfrentamiento con alguien tan seguro acerca de “mi”; igualmente fácil para mi vomitar una serie de “peros”; y casi abro mi boca para comenzar, cuando tuve que darme cuenta de la verdad innata, de la profundidad de esto. Qué simple es eso? No hay absolutamente ningún punto medio, o dudas o confías.
Dios me proveyó de una prueba inmediata – una situación se presentó, donde podría haber comenzado a estar preocupado, comenzado a dudar, comenzado a preguntar como “Yo” iba a manejar, y en vez de eso tomé esas palabras aún sonando brillantemente en mis oídos, taché la duda de mis opciones y dije, “Bien, Dios, es todo tuyo.” Dentro de 4 horas estaba hecho . No bromeo.
No hay espacio para la duda en nuestras vidas, en esta era. Cuando somos confrontados con la decisión, debemos tomar acción. Fe es acción, donde la duda es latente y estática. Duda es una pregunta. Fe es una asunción. Fe es la asunción que el Universo se hará cargo. Es la asunción que causa el efecto.
Hoy estoy triplicando mi diezmo al Dasvandh. Si Dios me dice dar, entonces Dios seguramente proporcionará los medios. No voy a temblar o preguntar como esta factura o esa factura va a ser pagada, no cuestionaré cómo vamos a ir a través, simplemente me envuelvo en los brazos suaves, amorosos y abundantes del Universo y me permito ser cuidado.
Que Dios bendiga a todos y cada uno de nosotros con el conocimiento de que la generosidad del Universo pertenece a todos nosotros.
Traducido por:
Rupinder Kaur Khalsa
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