Soy Dharm Kaur de Toronto, Canadá y practicante de Kundalini Yoga desde 1991.
Nací en la Polonia de posguerra y crecí como Católica en una familia no tan devota. En mis primeros años de adolescencia, supe que mis padres se habían casado pocos años después de que nacieran mi hermano menor y yo; y que no fue una boda de iglesia. A los veinte años, cuando mi padre se estaba muriendo, su hígado fue destruido por el consumo excesivo de alcohol, supe que tenía una hermana mayor, de otra madre. Fue entonces cuando recordé y entendí dos palabras terribles, “bastardos” y “pensión alimenticia”, una nube oscura de palabras con el poder de provocar tormentas devastadoras.
La hipocresía de mi familia, el gobierno comunista que prohibía las clases de religión en la escuela y los futuros sacerdotes que enseñaban en las instalaciones de la iglesia y … tocaban a las niñas de manera incorrecta … eso fue suficiente para que yo decidiera abandonar la iglesia Católica. Yo también dejé a mi familia; Me casé y fui bendecida con hermosos gemelos, Joseph y Zosia, y en 1984, escapamos de la Polonia comunista, confiando en que dejaríamos atrás nuestro traumático pasado.
Siete años más tarde, en Canadá, encontré Kundalini Yoga y la primera clase me sacudió hasta la médula. Mi cuerpo blindado comenzó a relajarse, los nudos ocultos se desataron suavemente, abriendo puertas invisibles; las lágrimas comenzaron a fluir… corrientes de lágrimas empezaron a lavar lentamente el doloroso legado de un pasado de pobreza y adicción. El año fue 1991. Las clases de yoga en el ashram en Palmerston Blvd en Toronto fueron “mágicas”.
Mi verdadera transformación tuvo lugar unos años más tarde en Española, Nuevo México, en el entrenamiento de profesores Master´s Touch en el verano de 1997. Todavía recuerdo la antigua Sala de Langar; solo una historia hasta entonces; sin aire acondicionado; grandes ventiladores que zumbaban todo el día. Yogi Bhajan estuvo presente todos los días, dando conferencias por la noche, enseñando kriyas y mantras, y sometiéndonos a meditaciones muy largas y exigentes. Diecisiete días intensos. Una experiencia seriamente desafiante en muchos niveles: el cuerpo radiante del Maestro trabajando con nosotros energéticamente; ayudándonos a deshacernos de nuestra vieja piel y soltar las cosas que necesitábamos para salir; dándonos la oportunidad de convertirnos en profesores de Kundalini Yoga.
Tuvimos Sadhanas por la mañana debajo de una carpa “grande” erigida en los terrenos del campamento de mujeres en Shady Lane; y a veces, en la cálida y hermosa cúpula dorada del gurdwara … 4a.m. Caminaba por el sendero en el aire fresco de Amrit Vela … inolvidable.
En aquellos días, pensábamos que Llap Lli era solo para los Sikhs y a menudo me unía a Sadhana después. También tuve mi propia razón: a pesar de rechazar a la iglesia, amaba a Jesús … Sin embargo, con el paso de los años, siguiendo mi camino espiritual, entendí que no había contradicción … el corazón humano es lo suficientemente grande como para amar a Jesús, a los Gurús Sikh y a otros santos y profetas.
Comencé a escuchar Llap Lli; el sonido de sus palabras, que no pude pronunciar ni entender, pero pude sentir cómo calmaban mi mente, refinándola de una manera profunda. Sin embargo, todavía no estaba lista para comenzar una práctica regular de recitación de Llap Lli.
El punto de inflexión se produjo en Diciembre de 2015, en el Solsticio de Invierno. Vi el afiche de los 40 días de Sadhana Global de Spirit Voyage: Meditación del alma – Una Experiencia del Llap Lli, y mi corazón dijo ¡SÍ!
Comencé a recibir correos electrónicos enviados todos los días a las 3:01 a.m. Mi corazón se llenaba de Alegría, y también mi Alma. No podía esperar para abrir otro correo electrónico, leer un hermoso artículo sobre el pauree para ese día y practicar la recitación con Snatam. Cada mañana temprano, durante y después de la recitación, me sentía elevada; mi corazón se estaba suavizando. Mi mente se sintió profundamente en paz. Y entonces la magia verdaderamente comenzó.
Una mañana me desperté sintiéndome abrumada por la culpa. No estoy segura de si fue un sueño o realidad… Me sentí culpable por no estar en Polonia antes de la muerte de mi madre. En ese momento, vivía en Canadá, una madre soltera en ese entonces, trabajando duro para llegar a fin de mes. La visité nueve veces en los últimos tres años de su vida. Ayudé, oré, llamé casi todos los días … ¡Sin embargo, la culpa!
Diez años después del fallecimiento de mi madre, encendí las velas, me envolví en una manta caliente esa fría mañana de Enero y abrí el correo electrónico del Llap Lli. Era el Vigésimo Pauree ese día, sobre “… la mente manchada por los residuos del pecado, que sólo puede limpiarse por el amor al Nombre.” Las lágrimas comenzaron a fluir, mi corazón rebosaba de gratitud. Casi pude sentir la presencia de mi madre, tocándome el hombro: “… nada importa … sólo queda el Amor”.
Otro día, mi amigo con cáncer me pidió algo yóguico para ayudar con el miedo. Le envié algunas versiones de Chattr Chakkr Vartee. A la mañana siguiente llegó el correo electrónico del Vigésimo Noveno Pauree; Un escudo de protección. Imprimí la página del folleto de Llap Lli para ella y le encantó la traducción al Inglés.
En otro momento, los pensamientos sobre mi ex esposo y sus tendencias destructivas interrumpieron mi enfoque. Llegaron exactamente cuando estaba recitando el Trigésimo Tercer Pauree. Comencé a notar el patrón de pérdida de concentración, sólo para darme cuenta de que los pensamientos intrusivos se relacionaban exactamente con la situación que interrumpían.
Desde ese Sadhana Global en 2016, Llap Lli se convirtió en mi amada oración y en un compañero constante. Incluso en los días más oscuros, su sagrado Naad sana la mente, repara el corazón roto y levanta el Alma.
Fotos de Jesús y el Guru Ram Das están de lado a lado, la luz de las velas se refleja en ellos; mis ojos abiertos una décima parte parecen ver sus rayos tocándome. Les dejo entrar en mi corazón y me siento guiada, protegida y amada.
Pasaron dieciocho años desde la primera vez que escuché sobre Llap Lli hasta el día en que realmente lo escuché a través de mi corazón y Alma. El abrazo valió la pena la espera.
Sat Nam.
Dharm Kaur (Ela Bielski) vive en Toronto con sus amados gemelos adultos, Joseph y Zosia. Ha practicando Kundalini Yoga desde 1991. Tuvo la suerte de conocer a Siri Singh Sahib, Yogi Bhajan en 1997 mientras tomaba el Entrenamiento de Profesores Master’s Touch. Estudiar a los pies del maestro transformó su vida. Ahora está certificada por KRI en el Nivel 1 y 2. El llamado de Dharm siempre ha sido ayudar a los menos afortunados y proporcionar las enseñanzas sagradas de Kundalini Yoga a quienes más lo necesitan. Enseñando clases comunitarias para poblaciones desfavorecidas en Toronto, trabajando como voluntaria con clases para jóvenes sin hogar en Covenant House, y en los programas del Centro Jean Tweed para mujeres liberándose de adicciones, profundizan su compasión y enriquecen su corazón. Dharm se convirtió en entrenadora del programa Beyond Addiction – Yogic Path to Recovery, y ha estado enseñando en varios lugares de Canadá y Europa.
Traducido por:
Rupinder Kaur Khalsa
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